Seducción: rincón de Atenea.

Llevo horas buscando un principio para MI historia y, realmente, no tenía ni idea de por dónde comenzar.

¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Qué es lo que ha pasado para que ahora mismo tú me estés leyendo y yo quiera compartir contigo mis experiencias y ayudarte?

Pues supongo que todo empezó…

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rincón de seducción (nuria)Hace poco, Nuria me comentó que estaría bien hacer un vídeo para presentaros ella misma su rincón. Aunque ambos somos personas muy ocupadas, a mí la idea me entusiasmó. Creo que pocas cosas pueden reemplazar al hecho de que ella misma nos explique, con su propia voz, expresiones y palabras, lo que está dispuesta a hacer por todos nosotros.

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Nuria
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Seducción: súper nenas.

Las mujeres que encontrarás en esta sección no son sólo Súper Nenas por gozar de un físico espectacular. Tampoco están aquí por tener súper poderes, aunque bien es cierto que cualquiera de ellas podría transformar a un muerto en zombi tras señalarle con el dedo.

Pero no. No se trata de eso. Al menos, no únicamente.

Se trata de que todas ellas son PERSONAS EXCEPCIONALES. Lo sé porque tengo el placer de disfrutar de su amistad y, hasta la fecha, la  capacidad que demostraron en su día para sorprenderme permanece intacta. Inteligencia, carisma, valentía, honestidad, intuición, cariño y un salvaje sentido del humor son sólo algunas de las cualidades que, con suerte, podréis apreciar en ellas.

Pero, además de todo, no olvidemos lo más importante: se han ofrecido para ayudarte.  Compruébalo clicando en:

Además, muchas de ellas tienen experiencias, historias y fantasías que quieren compartir contigo. Y, ¿qué mejor manera de aprender a hacerlas vibrar que adentrándote en sus sueños? Para adentrarte en este fascinante universo, clica en:

Aquí encontrarás a mujeres excepcionales dispuestas a hacer algo excepcional por ti. Podrás compartir con ellas tus dudas, miedos, inquietudes, experiencias, etc. Nadie las obliga a dedicarnos ese tiempo y energía, así que… ¿no crees que se merecen toda nuestra admiración y gratitud?

Si quieres saber más sobre cada una de nuestras colaboradoras y la clase de apoyo que vas a recibir de ellas, clica en sus respectivos nombres:

NOTA IMPORTANTE: Para evitar problemas (como que tus comentarios se borren o se vean seriamente mutilados), es necesario que ante te leas y comprendas LAS REGLAS DEL JUEGO (CLICA AQUÍ).

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florCada vez que recibo un nuevo mail en mi correo, sé… que del otro lado, alguien necesita ayuda, o al menos tiene una inquietud sin poder resolver. Y es allí en donde encuentro mi lugar en el mundo, como instructora, especialista o conocedora de técnicas de seducción.

Pero, también, ese mismo lugar lo encuentro como “cazadora” a la hora de llevar adelante mi vida amorosa o sentimental y sexual.

¿Es algo de ahora? ¿El hecho de poder disfrutar plenamente de conocer hombres interesantes o apasionantes y no morir en el intento? No, no es algo de ahora, me ha llevado un buen tiempo conocerme primero para poder conocer después.

¿Es algo que me resulto fácil? No, desde ya que no. No fue nada fácil, fue un camino largo y engorroso, pero sí que valió la pena.

¿Cualquiera puede convertirse en alguien seductor, irresistible, y sobre todo en una persona interesante? Sí, cualquiera puede, solo tiene que desearlo.

¿Es fácil para cualquiera que naturalmente no lo es? ¿O a quien la madre naturaleza no doto con sus mejores atributos? No, claro que no. Pero para nada imposible. Cualquier plan de cambio sobre hábitos o mejoras de nuestra personalidad, o incluso estética, supone un pequeño esfuerzo. Pero créanme que, con ayuda adecuada, vale la pena cualquier intento y cualquier esfuerzo dará momentos de glorias personales. Y los resultados gratifican a cualquiera, a ustedes mismos y a sus parejas por defecto.

Hola  todos. Mi nombre es Florencia, Flor para los amigos. Siéntanse todos en el derecho de llamarme Flor: me encuentro físicamente al otro lado del océano, pero muy cerquita de ustedes en cuanto anhelos, deseos y comparto los mismos intereses en esta apasionante aventura de la seducción. Mi historia en esto, data de hace casi 10 años atrás, cuando comencé a cuestionarme: ¿qué es, lo que estamos haciendo mal?

Mis relaciones, y las de mis amigas y cuanta conocida tengo, venían siendo un flor6desastre en comunicación. Sin penas ni glorias. Ninguna lograba llegar a buen puerto, o llegaba a medias. Es decir, si la relación era espectacular en comunicación, resultaba un desastre en el plano sexual. O viceversa…

Yo no lograba  entender a los hombres. Sobre todo en estos tiempos en donde nosotras nos liberamos cada vez más descaradamente y  ustedes que no saben qué hacer con nosotras. Están desconcertados. Si antes no nos entendían, menos ahora. Comprendí mediante autores como John Gray que “Ellos” simplemente no sabían cómo tratarnos. Pero con “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus” resolvimos en principio cuestiones de comunicación de géneros.

Nos quedaba, al menos a mi entender, la cuestión de la seducción.

Deben haber pensado que el hecho de nuestra independencia y liberación les hacia innecesaria la cuestión o el esfuerzo de tener que seducirnos. Y nosotras, desconcertadas, aun hoy a veces pensamos que ya no quedan Hombres.

Para mi sorpresa, mi grata sorpresa, mi búsqueda llego casi a su fin cuando un Aven se cruzó en mi camino.

Yo venía con mis artilugios de seductora a todo vapor, cual hechicera infalible, de esas que ninguna pócima les sale mal, cuando descubro que alguien, o en ese momento algunos pocos (lo supe después), se estaban ocupando de la cuestión. Y BIENVENIDO SEA.

Mis pócimas no solo tardaban en surtir efecto sino que, además, él tenia antídotos contra todos mis ataques virulentos, lo cual hacía mucho más interesante la situación. Seductor y seductora nos encontrábamos allí tratando de delimitar terrenos. ¡Qué divertido fue!

Con este Aven, descubrí un hombre apasionante y preocupado por nuestras inquietudes y deseos. La historia merece más detalles, pero solo me limitaré a decir dos cosas.

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En primer lugar, hizo que perdiera momentáneamente la cabeza. Aprendí de mí misma que ya no tenía parámetros de comparación en cuanto al típico Hombre que me gustaba antes de conocerlo. Es decir, tiro por tierra mi teoría de que solo los más altos que mi 1.64 podrían gustarme. Ni, ya tampoco, solo los rubios. Este morocho seductor de ojos profundos me hizo sucumbir ante sus encantos.

En segundo lugar, que encontré a alguien que entendía a la perfección mis inquietudes (al menos parecía entenderlas) y que le interesa el tema de la seducción tanto como a mí.flor13

Pero… ¿de dónde venían tales conocimientos? Porque los míos venían de años de lecturas y puestas en escena de millones de autoras (más que autores) que, preocupadas como yo, se interesaban por la cuestión. Pero… ¿y él? Él… ¿de quien había aprendido?

Entonces fue cuando escuché por primera vez este nombre: Mario Luna y su Sex Code.

Resulta que yo venía ocupándome de las chicas y mujeres, y este señor se ve que estaba ocupándose de ellos. ¡Qué emoción saber que alguien estaba haciendo algo!…
Al final, la historia con el Aven no prospero, pero sí mi interés en ver que más había atrás de todo esto.

Diré que Mario y yo no nos hemos visto jamás. Y que ya no recuerdo cómo fue que nos conocimos. Nos hemos visto solo en fotos y en videos de televisión, pero sin dudas nos une un mismo trabajo, inquietudes y pasiones.flor15

Llevo más de 10 meses respondiendo en mi país a inquietudes de ustedes, queridos Aven, que tanto orgullo me dan a mí y creo que a cualquier mujer que sepa que existen.

Como ven, esta teoría no da lugar al hecho de creer que si nosotras sabemos de su existencia, sabremos también sus estrategias. No, Señores, en verdad que no nos interesa. Sólo nos halaga el trabajo que hacen por dar con nosotras. Nosotras nos ocupamos por nuestro lado, en dar con ustedes.

Así que viajo y cruzo el océano para hacer lo mismo aquí con ustedes. Nada me haría más feliz que conocerlos y responder a inquietudes para que juntos hallemos las respuestas en cuanto a nosotras.

Besos a todos y espero impaciente su compañía, amistad y comentarios. Les espero junto a mis compañeras en una de estas dos secciones:

Para entrar en cualquiera de ellas, sólo tienen que clicar en sus respectivos nombres.

Texto original de Flor revisado por Mario Luna.
Fotógrafo: Juan Baigorria


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Seducción: Súper Nenas en acción.

¿Tienes algo que quieras comentarnos o consultarnos?

Lo creas o no, estamos más que acostumbradas a hablar con chicos. Así que ya sabes. Queremos que nos veas como ese amigo único con el que te acostarías, pero también como aquel en el que puedes confiar.

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Como ya dejamos claro en su momento, no sabemos si tendremos tiempo de responder a todas las consultas que nos lleguen. Al no ser profesionales, sólo podemos darte la opinión particular de cada una de nosotras (la consciente, no la inconsciente). Por eso, te recomendamos que compagines la lectura de nuestras respuestas con el estudio de obras como Sex Crack o Sex Code.

Aclarado esto, ¿a qué esperas? Dinos lo que nos tengas que decir… ¡¡ya!! Para realizar tu consulta o comentario o ver otras respuestas pasadas, CLICA EN «COMENTARIOS» (MÁS ABAJO).

NOTA IMPORTANTE: Para evitar problemas (como que tus comentarios se borren o se vean seriamente mutilados) es necesario que ante te leas y comprendas LAS REGLAS DEL JUEGO (CLICA AQUÍ).

oli¿Por qué estas historias?

Para divertirte, inspirarte y, sobre todo, sumergirte en un universo tan o tan poco femenino como el nuestro.

Te gustarán o no, te apasionarán o no, te enternecerán o no, pero una cosa está clara: en todas ellas hemos puesto algo de nosotras. Así que el reto es simple. Si de verdad te atrae lo femenino, ¿no crees que deberías interesarte por nuestros sueños, fantasías y todo aquello que nos hace estremecer?

Eso, y no otra cosa, es lo que vas a encontrar aquí. Pequeños relatos, narraciones, que pueden acelerar el corazón de mujeres sencillas y cercanas como nosotras. De alguien que podría ser tu amiga, tu compañera de clase o esa chica cómplice que te da codazos para burlarse del jefe en el trabajo.

En pocas palabras, en ellas vas a encontrarnos a nosotras. Ahora bien, estas historias…

¿Son reales o imaginarias?

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No pensamos decírtelo. Lo último que queremos es quitarle protagonismo a tu propia imaginación. Porque, si algo tenemos claro, es que aquí ella es la única protagonista. Así que tú decides, amigo.

Eso es todo. Allá van esos «relatos femeninos». Espero que te entretengan y te ayuden a entendernos mejor.

Para leer nuestros relatos, clica en comentarios (más abajo).  

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02b¿Cuántas veces nos quedamos con las ganas de hacer algo por  el qué dirán? ¿Cuántas veces nos imaginamos haciendo todo lo que no nos atrevemos? ¿Por qué dejarlo en una simple ilusión?

Esa era la clase de preguntas que solían rondarme la cabeza. Por aquel entonces trabajaba en algo que no me llenaba y tenía más que vacio el corazón. Me sentía sola, hueca, incomprendida, estancada. Me consumía.

Necesitaba sentirme viva, pero… ¿cómo?

Sabía cómo.

Una buena mañana me dirigí al trabajo y me despedí con un hasta nunca. Antes de que acabase el día, tenía ya los billetes para la isla blanca. El barco zarpaba en cinco días.

Me metí en foros. No tardé en conocer a un DJ de Barcelona que también se había fijado Ibiza como destino. Gracias a Coco, mi perro, estaba complicado lo del alojamiento, así que decidí buscarlo con mi nuevo ciberamigo. Tic-tac… tic-tac… El tiempo corría, los días pasaban. No había nada de nada.

Finalmente, nos quedó la única opción de compartir cama de matrimonio en una habitación que alquilaban a parejas. Estaba tan entusiasmada con la idea de emprender mi primer viaje en solitario, que acepté de buen grado.

Pero la ilusión no duró demasiado. Permaneció a mi lado justo hasta el momento en el que, tras el desembarco y un breve viaje en coche, cruzaba el umbral de mi nuevo hogar.

¿Hogar, he dicho? Parecía una casa de okupas.book-0407-8

La planta baja estaba desbordada de “rastas” cuyos colchones se extendían hasta el jardín. Las restantes siete personas nos comprimíamos en el piso de arriba.

Pero hay más…

La dueña de la casa era vidente. Su novio estaba en busca y captura por atraco a mano armada. El tío de la habitación contigua se encontraba en libertad condicional. Y yo, que siempre había vivido protegida como una princesita, me encontraba compartiendo cama con un completo extraño al que tenía que hacer pasar por mi novio. ¡Era de locos!…

Aguanté un mes. Anécdotas para contar a mis nietos aparte, quería más intimidad. Poned que ligaba una noche. ¿Qué hacía? ¿Dónde lo metía?

Para los curiosos, mi compi de cama resultó ser un chico encantador y respetuoso que no me tocó un solo pelo. Por lo menos despierta.

Mi segundo hogar pertenecía a un argentino que parecía encantado de tenerme en su casa. Tanto que, cuando nos quedábamos solos, me preparaba la cena con velas. Todo era genial hasta que un día nos fuimos a un islote con la zodiac, perdido en medio de la nada.

Cuando me di cuenta, me había saltado encima.

Por lo visto, no le sentaron bien las calabazas. Lo digo porque, a partir de ese momento, la convivencia fue de mal en peor hasta que me tiró de casa.

De allí fui a parar a mi tercer hogar. Resultó ser una casita en mitad de la montaña en la que se respiraba una gran tranquilidad. El dueño era un italiano muy peculiar: pintor, escritor, guitarrista y hippie de la época. Vamos, todo un personaje.

Mi otra compañera era una chica un tanto extraña. Pasaba días enteros como enquistada en su habitación, que cerraba siempre bajo llave. En cierta ocasión, cotilleando, pude ver sobre su alfombra una especie de santuario. También tenía una bola de cristal, pergaminos con nombres de beatos y muchos otros objetos ideales para organizar un aquelarre. La cosa olía a kilómetros a brujería de la buena.

Un día me habló de no sé qué “asociación secreta” que no podía ser otra cosa que una secta. Que si era de gente importante, que si no podía entrar cualquiera, que si no se podía hablar jamás de lo que se veía ahí adentro, que si esto y que si aquello…

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Obviamente, yo me moría de curiosidad y la escuchaba medio embobada. Para quien no lo sepa, me pierden todos esos rollos.

Así que, como era de esperar, me convertí en su mejor —¿y única?— discípula. Recuerdo, por ejemplo, cómo me enseñó a plegar con suma precisión un tanga para meterlo después en una cajetilla de cigarros. ¿Para qué narices era eso? Nunca me lo explicó. Otro día, limpiando mi dormitorio, encontré un imperdible grande clavado a un papel que rezaba la palabra AMISTAD. Supuse que era lo que ella esperaba de mí.

El italiano, en cambio, no tuvo tanta suerte. Un día, bajo su cama, encontró dos imperdibles dorados enganchados a una nota en la que ponía: ORO. Siguiendo la misma lógica, en seguida lo asociamos a dinero. Efectivamente, a los pocos días le había chorizado 450€.

Como consecuencia de esto, nos quedamos solos.

Para entonces, el verano ya estaba bastante avanzado y yo había encontrado trabajo como camarera-gogó en una de las discotecas más famosas de la isla. Seguí así hasta el último mes, cuando decidí dejármelo para disfrutar un poco de las maravillas paradisíacas de aquella isla.

En esos días acepté la visita de una persona a la que había conocido el día justo antes de partir para la isla. Iba a pasar casi una semana, veinticuatro horas al día, con un chico al que sólo conocía de un rato. ¿Y si me salía rana?03

La verdad es que las vibraciones eran buenas. Decidí arriesgarme y pasamos una de las mejores semanas de nuestras vidas.

En cinco días, pasó de todo. Nos perdimos por los mejores rincones de la isla, hicimos una excursión en lancha, presenciamos una puesta de sol volando abrazados en paracaídas y recorrimos de noche el casco antiguo para acabar haciéndolo en una calle adoquinada.

Cierta noche, incluso, la pasamos en una cueva suspendida del abismo junto a algún que otro animal excesivamente “cariñoso”. Permanecimos pegados a una hoguera que hicimos arder sobre el acantilado. Y, finalmente, presenciamos cómo el amanecer se abría paso entre las olas con sus lenguas de fuego.

Nos quedaron historias pendientes, cierto.  Como hacer submarinismo o dar un paseo en globo. O cosas como colaborar en un proyecto que cambiaría el mundo… ¡glups!…

Pero nos faltaron días.

El verano finalmente terminó y, con él, mi estancia en Ibiza. Sin embargo, mi nueva vida sedienta de aventura y experiencias no había hecho más que comenzar.

Pronto me encontraría perdida en Irlanda y sin idea de inglés, o recorriendo acantilados en Escocia, o bailando en una discoteca que había sido una iglesia previamente, o reencontrando la isla blanca una vez más…

Pero esto es otra historia, otro capítulo.

De momento, me conformo con daros a cada uno de vosotros el siguiente mensaje:

El que no arriesga, no gana. Nunca te quedes con ganas de hacer algo que quieres hacer, porque sólo tienes una vida. Cada día que pasa, ya no volverá. Recuerda que los días especiales los marcas tú mismo. Así que no esperes esa fecha señalada, ese momento único, para hacer algo interesante porque… Ese momento es AHORA.

¿Me sigues? A veces no hay que darles tantas vueltas a las cosas.

Y, para predicar con mi propio ejemplo, te dejo un vídeo presentando mi sección….

¿A qué esperas?… ¡¡Dale al «play»!!

httpv://www.youtube.com/watch?v=Rxo_12U8z2c

¿Te gusta mi filosofía? ¿Crees que soy la clase de persona con la que puedes entenderte y conectar? Pues si quieres intercambiar ideas, hacerme preguntas o plantear temas interesantes, te estaré esperando junto a otras compañeras en el rincón de las chicas consejeras. Puede que también aporte más historias mías en el apartado de relatos. Para accedar a estas secciones, clica en…

Texto original de Nuria revisado por Mario Luna.

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Fotografía de Paco Ferrer y Fernando Ibáñez.

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cati_jpg_75Toda historia tiene un comienzo.

La mía se remonta a cuando yo tenía cinco años y mis padres compraron un pequeño chalet con una pequeña habitación a la que dediqué a mi colección de barbies. Las niñas con barbies suelen jugar a mamás y papás. Sin embargo, yo utilizaba a las barbies más bien para juegos de “amor”.

La cocinita se podía convertir perfectamente en el sitio donde Ken y Barbie pasaban sus noches haciendo cosas que habrían escandalizado a las monjas del colegio. Me gustaba darles lo mejor: les había dedicado una estantería en exclusiva a su romance y tenían más de veinte camas cada uno. Si esos muñecos hubieran sido reales, aquella habitación podría haber pasado por “Sodoma y Gomorra”.

Esa afición la compaginaba con la de darle chutes a un balón. Una mezcla un poco extraña, ¿verdad? Quizás lo fuera y quizás en aquel momento no era más que una niña a lo chico, con gafitas, coleta, chándal y zapatillas…

Pero todo acaba para dar comienzo a algo nuevo.

El chalet se vendió, las barbies y sus novios fueron a parar a cajas y yo crecí. Ocupé el lugar vacío de aquel divertido juego que mi propia imaginación fabricaba. Comencé ya con doce años  a investigar qué era aquellocati_jpg_modi1351 del amor y sus ramificaciones. Adquirí experiencia y, con ella, una perspectiva privilegiada de la vida. Una perspectiva que me llevó a pulir virtudes que, hasta entonces, había visto grabandocomo defectos.

Uno de estos dones camuflados era la altura. Destacar entre las niñas de mi edad y sacarle bastantes centímetros más a cada una de ellas era una de las cosas que más odiaba. Hoy en día — con 1,72 más unos 6 cm de tacón que se le pueden sumar a veces— , sinceramente, me encanta.

Mi pasión por los deportes también dejó de ser otro defecto. Lejos de renunciar, este cambio de chip me llevó a consagrarme a ellos. Desde entonces, he practicado más de veinte tipos distintos, incluyendo el parkour más agresivo.

Esa mezcla de tantos deportes en los que a veces era la única hizo que me rodease de hombres en estado puro. Dicen que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, ¿verdad? Pues a fuerza de tantas experiencias y momentos compartidos, me 73convertí en una especie de híbrida. Por supuesto, sigo siendo nativa de Venus, pero he aprendido a hablar marciano.

Aunque, si de verdad quieres saber quién es Cati, necesitas que te cuente sobre mi pasión por el baile.

La semilla la pusieron mis padres a los cinco años. Por aquel entonces, no era más que una mocosa sin idea del ritmo a la que subían a un escenario para que intentase portada“seguir” a las mayores. Pero la semilla germinó. Y hoy en día, sin esperarlo, han llovido muchos sueños con forma de coreografía y baile. Actualmente compagino mis estudios con mi trabajo (mi pasión, más bien) como coreógrafa y bailarina, así que supongo que mis papás no lo hicieron tan mal después de todo.

Como es natural, no todo son dulces en el camino. Me han ocurrido cosas. Al igual que todos, he vivido experiencias que no echo en absoluto de menos.  He sufrido pérdidas, he padecido momentos comprometedores y llorado a través de desengaños amorosos.

Pero… ¿sabes lo que pienso? Que tal vez eso es lo que a mí me ha ayudado a aprender. Si no fuese por ese largo proceso de caídas y dolorosas transformaciones, ahora no sería la persona que soy. No sería capaz de conservar el increíble novio que tengo, no sería capaz de disfrutar de mis amistades y sueños como lo hago y, desde luego, no sería capaz de estar aquí para tenderte mi mano.

dscn1609Porque sí, todo el mundo suele ponerse en pie cuando tropieza. Y aprender que,  cuando vuelva a pasar por ahí, debe levantar la pierna para no volver a caer. Sin embargo, gracias a Mario Luna, quizás haya llegado el momento de saltarnos parte del proceso. El momento en el que podamos ayudar a la gente a no tropezar diciéndole de antemano que, si pasa por ahí, caerá. Al menos, esa es mi humilde intención.

Para lograrlo, he creado esta sección doble.

En la primera quizás escriba algo para inspirarte, pues tiene que ver con historias de mi propia cosecha  y la de otras compañeras. La elección de si han ocurrido en realidad o son sólo fantasías mías, lo dejo enteramente a tu criterio. De cualquier forma ten por seguro que, acompañadas de los libros de Mario, nuestros relatos te servirán para sumergirte y entender mejor el universo femenino (el de Cati, por lo menos).

En la segunda resuelvo junto a mis compañeras algunas de tus dudas. No sé si tendré tiempo de responder a todas las consultas que me lleguen, por lo que de antemano quiero decir que no me comprometo. Pero sí puedo asegurarte que, si sigues esta sección, poco a poco irás encontrando respuestas con las que quizás te identifiques o que te ayuden a progresar en tu camino como Aven.

Para entrar en cualquiera de estas secciones, clica en sus respectivos nombres.

Texto original de Cati revisado por Mario Luna.

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