Todos se fijan en la importancia de esa «primera frase» (abridor), y planean minuciosamente la forma, el fondo y su ejecución. También es muy habitual repasar y revisar decenas de maneras de besar por primera vez a una chica. Pero casi siempre veo poca atención a detalles tan importantes como la continuación de escaladas críticas, y el resultado suele ser aburrimiento y escaladas mal llevadas…
Por ejemplo, en varios talleres he visto a estudiantes usando mi «abridor del gay» de forma estupenda y luego meter la pata sobremanera:
AVISO: ESTO NO DEBES HACERLO ASÍ!!!!
– Chicas, una pregunta: ¿Cuál de los dos parece más gay?
(risas)
– Va, en serio, ¿Cuál de los dos?
– Los dos igual
– Ah, vale. Gracias. ¿Y vosotras sois de por aquí?
– Sí
– OK, ¿Os gusta la música de este sitio?
(Caras de «tío pesado»).
En la secuencia anterior la primera frase tiene gancho, genera curiosidad y provoca risas (maximización). Pero el abridor debería completarse con una transición suave hacia la personalización, en lugar de convertirse en una simple excusa para hablar con ellas. Casos similares vemos con abridores más directos:
AVISO: ESTO TAMPOCO DEBES HACERLO ASÍ!!!!
– ¿Sabes a quién te pareces?
– No, ¿a quién?
– A alguien a quien debo conocer
(cara de «vale, me has colado una cosita que llevabas preparada»).
– ¿De dónde eres? – Pregunta el alumno
– De aquí
– ¿De Barcelona?
– Sí
Por tanto, amigo del «directo rules», o fan del «natural gradenauer»… todas esas chicas que ponen cara de poker y van girándose hacia sus amigas sin que tú sepas cómo impedirlo están reaccionando a una pobre transición. Y sí, puedes mejorarlo.
En el caso de un directo, fíjate en qué te motiva a acercarte a ella y no a otra: sea porque te gusta su estilo, su forma de bailar o el lacito de color rojo que se ha puesto en el pelo. A ser posible, que sea algo especial y único de ella (lo de «me molan tus berzas» sólo funciona en historias inventadas o con chicas a las que les pagan).
– ¿Sabes a quién te pareces?
– No, ¿a quién?
– A alguien a quien debo conocer. Me he fijado en tu forma de bailar y me puede causar un problema
– ¿Qué problema?
– Me hace sentir ganas de arriesgarme a hablar contigo. Igual estás loca o tu novio sabe karate…
– (Risas) No tengo novio. Me llamo Cristina.
Una vez más, quiero remarcar que esto son solamente ejemplos. Te recomiendo nuestros talleres (el próximo en Barcelona es el sábado día 25, aún estás a tiempo…) para que puedas practicarlo con nosotros, con colaboradoras nuestras y vernos en el campo en plena acción.
Por cierto, tal vez notarás que no he publicado la versión correcta de mi abridor del gay con buena transición: ¿Crees que podrías escribir una buena versión? ¡Atrévete! Prometo pelotear a los mejores, puedes dejar tu versión en los comentarios o en mi página de Facebook (tranquilo, sólo chicos y chicas de mente muy abierta miran mi página, puedes atreverte con versiones «para adultos»).