Método de Seducción.
Observa unos instantes a esta modelo y examina las reacciones que te provoca. Después, con la mano en el corazón, respóndeme:
¿Puedes elegir que deje de atraerte? ¿Dirías que influye directamente sobre una parte de ti que escapa a tu control ?
Ahora, reflexiona sobre el hecho de que miles de hombres han visto o van a ver esta misma imagen. ¿Crees que la mayoría de ellos experimentará algo similar?
Por supuesto, eres irrepetible y único. Al igual que lo es cada una de las mujeres que puebla este planeta. Pese a ello, tú, yo y cualquier otro homo sapiens sano y heterosexual estamos biológicamente programados para responder de forma parecida a imágenes como esta. Tanto es así que el cuerpo de esta mujer es capaz, literalmente, de ejercer PODER sobre la mayoría de los varones.
Ahora bien, ¿existe la «versión masculina» de esta fuerza? De ser así, quizás resultase difícil detectarla, pero ¿no se manifestaría con la misma intensidad sobre las hembras de nuestra especie? Y he aquí la pregunta del millón: este magnífico poder, ¿sería innato o podría desarrollarse?
En el último supuesto, tu sentido común lo tiene claro. Si hubiese un método de seducción capaz de mostrarnos los pasos a seguir para provocar en ellas reacciones similares a las que la chica de la foto despierta en ti y en mí, lo lógico es pensar que no estaría al alcance de cualquiera. Seguramente -pensarás-, una reducida élite guardaría celosamente dicho secreto para sí.
Pues bien… ¿si te dijera que dicho método de seducción existe? Mejor aún: ¿y si te dijera que estás a punto de conocerlo para formar parte de esa élite y situarte por delante del 99% de los hombres?
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