¡¡Piropos Españoles!!

«¡Ay! ¡Qué curvas! ¡Y yo sin frenos!»

«¡Lástima que no sea bizco para verte dos veces, so guapa!»

«¡Dime cómo te llamas y te pido para Reyes!»

«¡Eso es carne y no lo que le hecha mi madre al cocido!»

E ahí un claro ejemplo del «Piropo Español» por antonomasia. He encontrado decenas por la red y aquí he escogido los piropos más… ¿suaves? Hay algunos piropos más graciosos que otros, otros más verdes, más light, más fruscos, etc. Como cantarían en la tómbola de una feria: «Para todos los gustos y colores, señores: piropos fáciles, piropos ridículos… ¡piropos españoles!».

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Voy a dejar de lado el «si los has probado o no los has probado». Porque en las discotecas, estos «piropos españoles» (aunque yo diría que son más bien «falsos piropos» se rifan.

Puedes pensar que estos piropos son divertidos. ¿Divertidos? Vale, que algunos pueden tener su pizca de gracia y te puedes echar unas risas con los colegas (sobretodo si has bebido un par de copas de más), pero… que no. Que en el fondo, para las chicas, no tienen ninguna gracia. Ni son divertidos.

Los típicos piropos españoles, los de la vieja escuela, los de los viejos verdes… no son piropos divertidos. ¡¡Son piropos fruscos!!

¿Nos podemos dejar ya de horteradas? Estos típicos «piropos de albañil» (con todo el respeto hacia el sector) suelen ser bruscos y ofensivos de verdad, sólo tienes que mirar un poquito más por la red y nunca jamás en la vida han funcionado. Ni funcionarán. Jamás.

Y, ¿sabes por qué no van a funcionar nunca? Porque, incluyendo aquellos piropos que incluso pueden ser ofensivo, ¡¡lo único que consiguen es subir el ego de nosotras, las mujeres!! Nuestra actitud al final es de: «Sí, piropéame, dime cosas bonitas que me pongan automáticamente por encima de ti sin que haya hecho nada por conseguirlas.»

Es decir, esos piropos automáticamente nos posicionan en el lugar de SER EL PREMIO. ¡¡Sin haber demostrado nuestras cualidades!!

Además, independientemente de que te ponga cara de perro o me salga una sonrisita, voy a pasar de largo porque me has demostrado que para ti cualquier mujer vale, que igual que me lo dices a mí, se lo podrías decir perfectamente a otra.

Es decir, es una cualificación 100% falsa, impersonal… Hunde por completo la campaña de cualificación.

¿Quieres aprender a cualificar?

Pues suscríbete al blog, porque en mi próximo artículo escribiré sobre «Los nuevos piropos».

Un abrazo,

África.

[imagen: eljueves]

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