Te voy a contar hoy mi última historia de fracaso.¿Cuántos te cuentan sus fracasos si no han sido pasados? Miente aquel que diga que no ha tenido fracasos pasados e incluso presentes y que jamás fracasará en algo en un futuro. Ególatra es aquel que no te cuenta los fracasos presentes.
A mí no se me caen los anillos al decir que lo he estado haciendo muy mal con mi vida, poniéndome una excusa detrás de otra y evitando todo lo que podía tener que ver con mi salud.
Un buen día (hará casi un mes aproximadamente), y en un ataque por ser presumida (cosa que nunca ha ido mucho conmigo, pero que estoy intentando establecer en mi vida como algo habitual) decidí ir al dermatólogo porque me habían salido unos granitos antiestéticos (tipo acné) en un circulito en la mejilla derecha.
Así que me planté allí muy seria. Me dieron
[mailpress] el mismo diagnóstico que ya me había dado otro dermatólogo hace años, pero que había empeorado por el calor, el estrés y “otras causas” que no se pueden conocer. Me dijeron que tendrían que darme un tratamiento de unas tres o cuatro sesiones de láser (a base de unos 100 euros la sesión), pero que al final era mucho más rentable eso que ir comprándome un montón de cremas que no me hicieran nada. Antes del láser, tenían que quitarme esos granitos y me recetaron una crema antifúngica (anti hongos) y un antibiótico vía oral durante 14 días.
Al día siguiente de la primera toma fue perfecto. Se me había ido más del 50% de los granitos que tenía. ¡¡Menudo chollo!! Sólo se me cortó un poco el rollo porque durante unos días tuve un nudo en la garganta a causa del estrés en el trabajo. Pero bueno, al cabo de unos días se me fue.
A los pocos días de acabar los 14 días de tratamiento a raja tabla del dermatólogo, volvieron a salirme los mismos granitos. ¡¡HORROR!! Llamé a la clínica donde me atendieron y cuando consultaron con el médico me dijeron que volviera con el tratamiento anterior y que luego volviera.
Muy bien. Empecé de nuevo con el tratamiento, y como la vez pasada, los granitos se me fueron al día siguiente. Pero estaba volviendo a sentir esa ansiedad, ese nudo en la gargante, esos espasmos cada vez que comía. Vaya, ¿quién iba a pensar que a mí me iba a comer el estrés del trabajo? Si lo pensaba bien, ¡¡yo estaba igual de estresada que antes!!
En fin, yo seguía con mi tratamiento para mi acné y tenía una cara preciosa, pero sentía un cierto ardor o presión en el pecho. ¡¡Tenía que acabar con un proyecto en el trabajo cuanto antes porque me estaba matado!!
El lunes por la tarde-noche quedé con un amigo y le conté lo que me pasaba. Él empatizó conmigo: “Todos tenemos estrés, Tesoro”.
Por la noche estaba sola en casa. Cené con mis típicos dolores cada vez que tragaba y, como la Cenicienta (y como todos los días), me fui a dormir a medianoche. Me estaba costando conciliar el sueño de verdad. Estaba inquieta, me dolía el pecho y hasta me costaba respirar. Estuve en duermevela hasta la una de la mañana que me desperté tiritando y tenía la piel de gallina: estaba muerta de frío en pleno Mayo…Me levanté de la cama asustada y quería avisar a alguien. Tenía que probar a llamar a ver si Mario Luna podía venir a socorrerme, pero era la una y cuarto de la noche y Mario siempre apaga el teléfono cuando se va a dormir.
Probé suerte:
Mario Luna: “Nena, éstas no son horas de llamar…” (en tono conciliador y de papaíto).
África: «Menos mal que me has cogido el teléfono (A partir de aquí se lo dije todo llorando). Por favor, vente a mi casa que estoy súper malita, que tengo mucho frío y no sé qué me pasa… que me voy a morir o algo y estoy sola.»
Mario Luna: «Vale, nena, tranquila… emm… no te preocupes que dentro de un rato estoy ahí.»
Volví a la cama hasta que llamaron al telefonillo de bajo tres cuartos de hora más tarde. Era Mario.
Cuando vino, no pude hacer otra cosa que darle un mega abrazo. Le quiero un montón.
Me puse el termómetro y tenía fiebre. Se me ocurrió coger el prospécto de los antibióticos que me dio el dermatólogo. Los que sean farmacéuticos o médicos entenderán esta expresión que pensé en ese momento: “Vaya por Dios, ¡¡Y yo pensaba que las RAMs eran los padres!!”
Te explico: RAM es el acrónimo para “Reacción Adversa a un Medicamento”. ¡¡Y yo estaba teniendo una de esas!! Y digo que pensaba que “Las RAMs son los padres” porque en los prospectos siempre se curan en salud (y nunca mejor dicho) los laboratorios farmacéuticos y ponen muchas cosas.
Así pues, el lunes por la noche fue la última vez que me tomé el antibiótico. Ayer miércoles por la tarde fui al hospital y volvieron a medicarme:
1. Paracetamol para el dolor.
2. Omeprazol ( que es un protector estomacal) por si tengo acidez.
3. Un jarabe con nistatina que es un antifúngico por si los antibióticos me hubieran matado la flora intestinal y los hongos me hubieran invadido por dentro – vaya, qué raro queda así dicho.
Total, que ahora mismo estoy tomándome todo eso y no me encuentro nada mejor.
Llevo días sin apenas comer y he adelgazado alrededor de un kilo y medio (me noto las costillas un poco salidas, ¡¡queda horrible!!). Por cierto: tengo tanta hambre que me comería un mamut entero. Pero, claro, estoy débil porque llevo unos días sin comer y eso de no comer siempre lo he llevado fatal.
Cómo no, esta mañana he vuelto a llamar a Mario para decirle mi evolución. Se ha enfadado conmigo (porque me quiere mucho y quiere que esté bien) y me ha enviado a comprarme una licuadora. Me ha mandado hacerme el siguiente zumo para comer (recuerda que casi no puedo comer nada y que incluso al beber me duele el esófago) que, debo decir, me ha sentado de maravilla. Llevaba:
Una manzana
Una pera
Un pepino
Cuatro zanahorias
Medio pimiento rojo
Medio brócoli
Y estaba buenísimo (es un típico zumo que siempre toma Mario y que, a veces, nos da a sus invitados y amigos).
Mario también me ha mandado tomar el Sol, que no podía tomar porque no podía tomarlo mientras tomaba el antibiótico.
Yo no sé… pero cada vez que me tomo el jarabe de nistatina me siento peor. Y cada vez que me tomo un zumo me siento mucho mejor.
Después de esta historia de mi vida que te estoy contando, te recuerdo que lo estoy pasando muy mal y eso ha sido porque no me he cuidado nada. He pasado bastante de mi salud en los últimos dos meses por el trabajo y bueno, por qué no decirlo, por pereza.. y ahora lo estoy pagando bastante caro.Tan caro, que no sé si mañana podré ir a la firma de “Ligar es fácil si sabes cómo – Para Torpes” mañana de Mario Luna y Ray Havana. Y, si voy, estaré sólo un ratito.
Lo que creo que tengo bastante claro es que después de esta experiencia que estoy pasando, creo que voy a evitar estas situaciones y voy a cuidarme con más zumos, más deporte, y más de lo que me mande mi “médico naturista” personal, que siempre está dispuesto a cuidar de los suyos.
Gracias por cuidarnos a todos tanto, Mario. Un besote.
Así que ya sabes, en salud, Kaizen también.
Nos leemos.
África Bos.
[mailpress]
No hay fracasos, sólo lecciones. Y no me cabe duda de que esta te va a hacer querer más de tu cuerpo y cuidar de él como se merece.
Hazlo. Eres la mejor.
Un súper abrazo sanador.
😉
Hola Africa soy Jesús, a lo mejor te acuerdas, soy aquel chico del taller de los 10 madamientos que hablaba bajito. No suelo escribir mucho en los blogs pero pero como cuando he leido tu historia he sentido la necesidad de mandarte animos. Un abrazo muy grade para ti y para Mario.
¡Hola Jesús!
¡Qué alegría! Sí que me acuerdo de ti, y que te encontraba en redseduccion 😉
Muchas gracias, ya estoy bien y gracias a los consejos de Mario estoy mucho mejor que antes.
Espero que tú vayas avanzando como esperaba, porque tienes madera.
¡¡Un besazo!!
¡Fenomenal que estes mejor!
Este Mario esta hecho un crak jejeje
Voy avanzando poco a poco, pronto iré a un taller de Mario en Madrid, así que me podrá evaluar un poco la progresión que llevo y que debo mejorar. Un abrazo
¡¡Genial!!
Pues cuando ya sepas a cuál, dile a Charli que me avise de que vas a ir y me esforzaré para poder ir. A mí me gustaría volver a verte 🙂
¡Un abrazote!
África, espero que estés ya curada. Y ya sabes que hay que cuidar también del cuerpo por dentro en toda su extensión.
Un beso.
¡¡Gracias, guapísima!!
Mejórate muchísimo querida, me sabe muy mal verte así.
Aunque en parte me tranquiliza, ¿ Sabes por que ?
Porque tienes a alguien que te cuida con todo su corazón y ganas, sin esperar nada cambio por ello.
Espero que te mejores, y cuando te vea, que sea con esa maravillosa sonrisa que te caracteriza.
Besos princesa.
PD : Me cambio el avatar en breve. 😉
Ya estoy chupi-piruli.
Pero la verdad es que me asusté un montón… Cuidarse por dentro es top-important para estar bien por fuera.
Además, «mens sana in corpore sano»: esencial.
Moraleja: Hay que leer los prospectos de los medicamentos.
Ya, pero como tienen taaaaaaantos posibles efectos adversos… Yo, que soy farmacéutica, ni siquiera les hago demasiado caso: sé que muchas veces los laboratorios se curan en salud poniendo de más.
No puedo evitar sentirme identificado Afri. Pasé 10 años con una dermatitis seborreica hasta que di con el tipo de crema adecuado (ninguna de las que me recomendaron la dermatóloga o mis familiares) y sobre todo con una alimentación saludable y vivir tranquilo (trabajar menos, no estresarse, hacer las cosas despacio, no esforzarse…)
Cuidate. Besos
Hay que tener mucho cuidado con los medicamentos en general, y sólo tomarlos si son estrictament necesarios (es decir, si corres un peligro de verdad), no tomarlos porque te hayan «salido unos granitos»; ahora ya has comprobado lo que puede ocurrir si se actua de esa forma.
Por otra parte, para mejorar la salud de la piel (y del cuerpo en general) conviene vigilar la dieta, comer poca carne, y mucho producto de la tierra, renunciar casi por completo de los dulces y beber agua. A parte de eso, conviene aprender técnicas de relajación si se sufre estrés, y cultivar la mente para que las sensaciones agitadores no se apoderen de ella.
No te digo que si haces esto tu piel estará libre de esas anomalías, pero sí te digo que si haces esto puede que lo esté.
David, tengo una piel hipersensible e hiperreactiva. Imagínate, que a veces con sólo TOCARME el escote me sale una marca roja por donde me he tocado. Lo que más me afecta a la cara son los cambios bruscos de temperatura y las temperaturas extremas: no puedo hacer nada con respecto a eso 😦
Pero bueno: lo que no pueda ocultar, tendré que jugarlo!!
Genial, ya tengo nuevas recetas para zumo.