Hola.
Hace tiempo que noté la relación. Aprender a seducir tiene varias similitudes con aprender a cantar ópera. Sí, no me mires con esa cara, ahora te lo explico:
En la seducción, como en el canto, el instrumento eres tú mismo. Así, los cambios emocionales afectan a la ejecución de tu arte, y además vienes de serie con unas características inalterables como son tu altura, pasado familiar, complexión física y demás. Igualmente, los cantantes líricos no pueden elegir nacer con un timbre de voz más agudo o más grave…se nace barítono, soprano o tenor. Lo que sí es modificable es tu técnica, porque la habilidad se puede aprender o mejorar.
A los cantantes les afectan muchísimo sus estados emocionales, igual que nos pasa a los seductores. Por otro lado, así como un pianista no puede ejercer su arte sin un instrumento externo bien afinado y preparado de antemano, los cantantes y los AVEN podemos ponernos en acción casi al instante, teniendo en cuenta que hay momentos y circunstancias mejores que otros para ello.
Además, la genética en ambos casos juega un papel importante. Algunos nacen con un oído absoluto y su voz «de natura» suena con armónicos dulces y buena potencia. Otros se pasan años de estudios y práctica para conseguir ejecutar una pieza de forma adecuada. ¿Te recuerda algo el término «natural? Pues es exactamente lo mismo…aplicado a habilidades diferentes.
Incluso la manera de aprender es parecida: los maestros de canto son reverenciados por sus alumnos como auténticos gurús, y desprecian a los maestros «rivales» porque cada profesor de canto dice que «su técnica» es la mejor del mundo y con la que se consiguen mejores resultados. Me es imposible aguantar una sonrisa irónica cuando pienso en ello, porque en realidad todos los maestros tienen alumnos destacados…pero ninguno consigue mejor porcentaje de buenos alumnos que los demás. Y -ahora que no nos ve ni escucha nadie- admitiré mi secreta intuición: esos cantantes tan buenos que salen de la «escuela de canto de tal maestro» serían igual de buenos con cualquier otro maestro…Desde mi óptica personal, tanto los profesores de canto como los de seducción, han llegado a una comprensión de sí mismos tan profunda y a un dominio tan perfecto de sus técnicas que tienen la sincera convicción de haber descubierto la verdad. Por eso todos y cada uno de los -buenos- maestros siente de forma genuina que él es el mejor.
Por tanto, mi humilde consejo si quieres aprender a seducir (o si quieres aprender a cantar…) es «conócete a ti mismo». Nada nuevo, tomo la frase prestada del Oráculo de Delfos…
Os dejo con dos videos que me entusiasman e ilustran el tema (subtitulados, mirad qué majo soy):
Forman parte del Don Giovanni de Mozart, una visión humorística del mito del gran seductor. Para que nos hagamos una idea, esto fue escrito el año 1787…y veréis que la seducción ya estaba «de moda». Si bien el personaje principal es visto como alguien traicionero y malvado, el tratamiento de DaPonte y de Mozart es muy «liberal» para la época.
En este primer vídeo, el criado de Don Giovanni (Leporello), le detalla a la pobre Doña Elvira la cantidad ingente de amantes que ha tenido su señor (ojo a la descripción del gusto de Don Giovanni, no diré que me recuerda a alguien…):
httpv://www.youtube.com/watch?v=9SeCmzIU-LA
Segundo vídeo, en el que vemos la escena más romántica de toda la ópera. Don Giovanni quiere seducir a Zerlina y llevársela a un lugar tranquilo donde casarse (mentira, digamos que es un lugar para «invitación final»). Precioso duo y muy interesante el lenguaje corporal de ambos (a pesar de ser una ópera clásica la producción es del año 2000). Fíjate en las manos de él, cómo la agarra y en el símbolo de la manzana:
httpv://www.youtube.com/watch?v=NqPcb1nKZYg
Un saludo a todos!!
Desde que posteaste el Follame si me equivoco 11 no paras de postear cosas insulsas.
Gran disertación Evil, guarda mucha relación con lo que estuvimos comentando que cuando empecé con el kickboxing y la seducción me di cuenta de que la manera de afrontar ambos deportes (sí, la seducción también puede ser un deporte) era la misma, en ambos casos te cuesta dar tus primeros pasos por no llevarte un golpe, y la verdad, el primero duele, pero ves que todo sigue en su sitio y que no ha sido para tanto, el segundo te sabe mal, por mucho que te lo esperes, pero te importa un poquito menos. Apartir del tercer golpe eres casi inmune, por lo tu miedo ha desaparecido y ya solo te dedicas a disfrutar…
Hablaré de ello en mi blog (espero resolver lo de los comentarios!!). Un saludo Evil.