A principios de los 90 John Mayer y Peter Salovey plantearon la teoría de inteligencia emocional, entendida como la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como vía del pensamiento y la acción.
Peter Salovey |
John Mayer |
Así mismo, plantearon un modelo de inteligencia emocional que abarca cinco componentes o dimensiones:
- El conocimiento de las propias emociones, la capacidad de reconocer un sentimiento en el momento en que aparece.
- La capacidad de controlar las emociones, adecuándose al momento.
- La capacidad de motivarse uno mismo, autocontrol emocional, capacidad de demorar la gratificación y sofocar la impulsividad. (Modelo del «Estado de Flujo» de Csikszentmihalyi).
- El reconocimiento de las emociones ajenas (empatía).
- El control de las relaciones, habilidad para relacionarse con las emociones ajenas, eficacia interpersonal.
Esta inteligencia emocional, que comprende habilidades muy distintas de las académicas, aunque complementarias, la podemos definir como la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, perseverar en el empeño a pesar de las frustraciones, controlar los impulsos, diferir las gratificaciones, conocer y regular nuestros estados de ánimo y emociones, y la capacidad de empatía con los demás.
Se perfilan tres estilos de personalidad según la forma de atender o tratar las emociones:
- las personas que son conscientes de sus propias emociones
- las persona atrapadas en sus emociones
- las que aceptan sus emociones con resignación.
Se pueden distinguir dos tipos de capacidades o dimensiones en el constructo inteligencia emocional.
En primer lugar, las que definiríamos como intrapersonales (sobre nosotros mismos), que podrían responder a los siguientes factores o variables:
a. Reconocimiento de las propias emociones o atención a las mismas cuando se presentan, sabiendo reconocer los sentimientos y siendo consciente de ellos.
b. Claridad en la percepción de nuestras emociones.
c. Reconstrucción de las emociones, manejo, gestión de los sentimientos, disminuyendo la angustia, la ansiedad o la depresión.
En segundo lugar, se incluye en este mismo constructo, factores o variables interpersonales (sobre los demás) cuyo número y definición varía según los diferentes autores.
Numerosos autores destacan, la Empatía o aptitud para ponerse en el lugar del otro, comprender a los demás e interpretar las emociones de los otros; las Habilidades Sociales o estrategias de resolución de problemas interpersonales, saber expresar correctamente el propio punto de vista respetando el de los demás, etc. y la Motivación (fundamentalmente la intrínseca, aquella que nace del propio sujeto y que no depende de refuerzos o recompensas externas al mismo).
Gran artículo, Núcleo.
😉
Cariñettttttttttttt la verdad que me has dejado alucinada con tu pagina,, aun no la habia visitado,, aunque conociendote tampoco me esperaba menos !!!!!!!!!lei el otro dia tu mensaje en mi rincón y queria agradecerte tu apoyo ademas me gusto mucho,, GRACIAS,,me rei cuando me hiciste recordar lo del bar aquel jejejej a ver cuando repetimos !!! un abrazo muy grande para un hombre chapó !!
Nuria,
Un verdadero placer que te guste mi rinconcito… La verdad es que Mario, además de mentor e inspirador, ha tenido otra gran idea con esto de crear una ventanita al mundo para cada uno de nosotros. Creo que salimos todos muy guapos y, en especial, tú. Aunque no creo que eso sea mérito del blog, jejejeje.
Un besazo y aplausazo por tu labor incondicional. Este Mario tiene un don especial para rodearse de gente con talento. Mua!
chicos saludos de sde ecuador ustedes si que son serios son cientificos felicitaciones a todo su equipo