Quiero comentar desde aquí a nuestro compañero Salva (nombre ficticio):

«Hola Héctor,

Primeramente deciros que el trabajo que estáis realizando en Seducción Científica me parece increíble, me habéis enseñado a comprender a las mujeres y a entender como funciona la atracción (entre otras muchas cosas). Y ahora te expongo mi problema, supongo que no seré ni el primero ni el último que te plantea algo así pero bueno ahí va:
He leído todos vuestros libros[…] he entendido y repasado los conceptos varias veces (aunque quizas debería repasarlos más), además tengo buenas condiciones, tengo buena cabeza (me dedico a la investigación científica), físicamente agraciado (siempre queda mal decir que uno es guapo ¿no?), soy deportista, se podría decir que tengo algo a mi favor en el juego de la seducción.
He estado con algunas mujeres [….] Pero con todas las mujeres con las que he estado (ya sea novias o rolletes), nunca  he sido capaz de dar el primer paso para ligármelas.
[….]
 Lo que realmente me esta matando es ver que sin interés previo o sin alcohol de por medio no soy capaz de generar este interés de las mujeres hacía mi […]se me hace una montaña empezar una interacción con una desconocida.
[…]
Yo había pensado en apuntarme a algún taller […] pero me surge la duda de sí debería ir a un taller sin haber abordado a alguna mujer antes. Hoy por hoy, yo solo, me siento incapaz de abordar a nadie.
Bueno nada más, gracias por todo, espero tu respuesta Héctor.«
Gracias por tu apoyo Salva, nos encanta echarle una mano a hombres como tú que entienden la mejora personal como un área más de su vida, igual que el deporte, la alimentación y la profesión.

Veo por tu texto que gracias a tus Fuentes de Valor (físico, estatus, estilo de vida…) ya has tenido mujeres en tu vida, pero como es lógico desearías tener mayor control. Pero esa misma «suerte» te juega en contra, pues siempre has esperado que ellas te lo pusieran fácil y ahora -cuando deseas tomar el control de tu vida afectiva y sexual- te sientes sin experiencia y herramientas.

Tranquilo, si miras nuestro foro verás decenas de consultas similares a la tuya, es una situación muy habitual. La mejor noticia es que esto puede cambiar radicalmente, seguramente puede ser mejor que tus sueños más atrevidos.

La pregunta del millón: ¿Cómo perder ese miedo a abordar a las chicas?

Respuesta breve: haciéndolo.

Respuesta larga:

Cada persona es diferente y yo no sé si tú solamente necesitas un empujón inicial o todo el trabajo del mundo, pero desde aquí voy a darte varias opciones:

1. ¿Sabes que tenemos un programa de entrenamiento intensivo de cuatro meses en Barcelona y en Madrid? Con seguimiento online, ejercicios individualizados, cuatro talleres en grupo y decenas de horas haciendo y perfeccionando precisamente eso que tanto te aterra. Te garantizo que en este tiempo tu miedo a entrar se evaporará. ¿Es publicidad? Sí, pero no por eso es menos cierto… (más información sobre la formación hombre 2.0).

2. Utiliza un enfoque de exposición progresiva.
El primer día sal solamente a preguntar la hora o una dirección, hazlo al menos 5 veces.
El segundo día pregunta por una dirección solamente a chicas guapas, 5 veces.
El tercer día ve a una librería grande y pide a chicas guapas que te recomienden un libro para tu prima/sobrina de 15 años.
El cuarto día sal por la noche, acércate a grupos de chicas y pregunta «¿qué tal va la noche?»
El quinto día, cuando veas algún grupo de chicas, acércate a una y dile «enhorabuena, has conseguido ponerte muy guapa hoy».
Repite el ciclo 2 veces, pero a la segunda vuelta sólo valen chicas guapas y añadiendo un «por cierto, te veo muy guapa. ¿Es casualidad o esperabas encontrarme?»

3. Busca en el foro de seducción científica compañeros de tu ciudad para salir a sargear, y oblígate a organizar una quedada al menos cada semana. Tanto da si las primeras veces no te sientes capaz de abrir, déjate llevar por el grupo.

4. Apúntate a clases de baile latino (salsa, merengue, bachata etc…). Te obligarás a conocer chicas.

Lo ideal sería que hicieras todo a la vez, en un ejercicio de «fuerza extrema». Si te dedicas a algo en cuerpo y alma durante un tiempo haces que el éxito sea inevitable. Y es la mejor manera de conseguir resultados duraderos.