La Garra (por Mario Luna)
El tercer mandamiento de la seducción lo dice bien claro: TÓCALA.
Tratar de activar su punto GG sin plantarle un dedo encima no es imposible, pero resulta tan fácil como correr una minimaratón con los pantalones bajados. Vamos, que si quieres ser su Ganador Ganable vas a ahorrarte muchos problemas estableciendo el contacto físico como parte de vuestra comunicación desde el principio.
Aún así, durante años he vivido con la sensación de que cada vez que enseñaba a mis alumnos a tocar a una mujer me dejaba algo. «La kino», explicaba, «debe ser fluida e integrada en la comunicación (como la banda sonora de una película), acariciante, arropadora y…»
Ahí se quedaba la cosa, pero sabía que en el fondo había algo más, algo casi mágico que tenía en la punta de la lengua y que no terminaba de salir. Mi primer contacto oficial con «ese algo mágico» fue cuando practicaba DIRECTO TURBO con un grupo de veteranos del viejo foro. Mi contacto no oficial se remontaba a mucho antes, hacia el 2001, en la isla que cambió para siempre mi forma de entender y de tratar a las mujeres.
Pero no fue hasta que un coach australiano llamado Tim mencionó The Claw en uno de sus vídeos que me vino de sopetón el eslabón perdido. En su honor, lo bauticé La Garra.
Se trata de un elemento de la comunicación no verbal del Ganador tan poderoso como controvertido. Por ello, si eres de los que tienden a malinterpretar las cosas, a tomarlas en un sentido demasiado literal o de esos propensos a aplicar lo que aprenden prescindiendo del sentido común, esta vez te voy a rogar que te abstengas de clicar en el siguiente enlace.
Por favor, tú te conoces mejor que yo. Si crees que encajas en la descripción anterior, no sigas leyendo ni visualices el vídeo que voy a ponerte como ejemplo.
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