Siendo vulnerables por Mario di Doménico
En los primeros momentos de la seducción la chica se quedará muy sorprendida de tu forma de ser. En estos casos, es frecuente que la chica caiga en la dinámica de “él es príncipe azul con el que llevo soñando desde que con siete años veía pelis de Disney”.
Esta dinámica puede ser muy peligrosa. ¿Por qué? Ella pensará que eres perfecto y comenzará a hacerte pruebas para ver si lo eres realmente. Y nadie es perfecto, así que antes o después fallarás alguna prueba y perderás todos los puntos: no es el hombre perfecto, pensará ella, hay que seguir buscando. Fin de la seducción. ¿Y todos los logros de antes? ¿No se mantienen? Pues no.
Por eso es necesario cortar con esta dinámica. Es un concepto que a muchos os sonará de habérselo leído a Juggler. Consiste en anular los piropos de la chica con un comentario negativo sobre ti mismo. Algo así como un auto nega.
TB: Me encanta tu camisa.
Aven: Gracias, me costó dos euros.
Obviamente hay que calibrar, si a todos sus piropos respondes anulándolos no irás a ninguna parte. Es algo a hacer más en la fase de confort que en la de atracción. Una vez que la chica tiene un buen concepto de ti sueltas un comentario de estilo:
Aven: Sí, soy muy sociable. En ocasiones. Hay momentos en los que soy una persona muy introvertida y me encierro en mi mundo y no hay forma de sacarme.
Mostrarse en la fase de confort como una persona con sensibilidad, emocional, incluso tímida y hasta vulnerable, puede ser muy eficaz porque te hace aparecer más humano y la chica relaja sus resistencias. Por el contrario ocultar tus puntos vulnerables con fanfarronadas y actitudes de chulo te hace parecer un Frusco. Menudo pringado, pensará la chica si te ve fanfarronear para ocultar tus debilidades, las mujeres tienen un radar y no se les escapa una. No hay nada más frusco que ser un fanfarrón. El Aven se ríe de sus defectos y no les da mayor importancia.
No es en la fase de confort ni mucho menos, sino después de años casados, pero recuerdo que al final de la película Gigante Elizabeth Taylor le confiesa a Rock Hudson que nunca le quiso más que cuando le vio tirado en el suelo después de que el dueño de un restaurante le pegara una paliza. En ese momento le vio como un hombre sensible y cariñoso que no había sabido controlarse y había acabado recibiendo una lluvia de palos. Si Rock Hudson hubiera ganado la pelea, Liz Taylor se hubiera montado en el coche enfadada gritando “qué necesidad había de destrozarle el local a ese pobre hombre. No se te puede sacar de casa”.
Hablar de vulnerabilidad me ha hecho recordar una idea muy buena para usar al final de la seducción. Es puro crack para las mujeres que noten que eres un esclavo de tus sentimientos.
Insisto, sólo vale al final de la seducción, cuando está claro que le gustas y que ella te gusta. Entonces muéstrate como un hombre indefenso frente a las pasiones que sientes. La mejor manera de llevar a una mujer a la cama es que ella sienta que todo sucedió sin quererlo, de forma espontánea. Una forma excepcional de lograrlo es pareciendo un ser pasional, que sea todo una locura que no puedes frenar porque eres esclavo de tus sentimientos hacia ella. Puro crack que aprendí del maestro Casanova.
Me gustaría oír vuestras experiencias sobre el tema.
Un abrazo, M.Di Domenico.
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Mario Luna, fundador del Equipo Seducción Científica y autor de las obras
Sex Code: El Manual Práctico de los Maestros de la Seducción ©2007
Sex Crack: Conviértete en un Maestro de la Seducción ©2009
Apocalípsex: Los 10 Mandamientos de la Seducción ©2011